Doña Isabel Bonilla, Abogada de Familia, Tesorera de ACF y miembro de AIJUDEFA, es entrevistada para La Vanguardia en relación al tratamiento de las custodias compartidas y régimen de visitas en la actual situación de estado de alarma.
Almería, 22 mar (EFE).- La abogada Isabel Bonilla, una de las fundadoras de la Asociación Internacional de Juristas de Familia (AIJUDEFA), ha afirmado que, tras decretarse el estado de alarma, el principio rector debe ser «en todo momento» que se priorice evitar la cadena de contagio del COVID19.
Así lo asegura la que también ha sido hasta 2016 miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) en una entrevista con Efe, al ser interpelada sobre la forma en las que se deben llevar a cabo las custodias compartidas y el régimen de visitas de los menores de progenitores separados.
La letrada almeriense cree que «es crucial analizar caso por caso con la máxima responsabilidad y generosidad, tanto por parte de los progenitores como de los abogados que intervengan, y no aplicar automatismos», realizando entre todas las partes una «reflexión desde la responsabilidad acerca de la jerarquía de intereses que están en juego».
Ha considerado que, «en estas circunstancias extremas», es conveniente limitar los movimientos y encuentros de los niños «sin seguir rígidamente el régimen de visitas o custodia fijado».
Así se protege a los menores, «no tanto» por el «riesgo directo» al contagio, sino para evitar que dichos movimientos e intercambios puedan provocar una mayor propagación del coronavirus al resto de la población.
«Y esto significa también la protección de los niños desde una perspectiva y realidad responsable, tanto presente como futura, para posibilitar que puedan seguir teniendo a sus abuelos y progenitores, y demostrar que somos una sociedad que, en situaciones límite, ha sabido ver realmente donde está su verdadero interés y protegerlo», ha apostillado.
Bonilla cree que este «sacrificio individual» de limitar el tiempo de permanencia con las personas más queridas por los menores, permitirá un «bien común mucho mayor», el lograr «salir de esta situación cuanto antes».
En esta línea, ha aseverado que «la vida de nuestras familias necesita más que nunca que los abogados que intervengan ayuden al redescubrimiento de la solidaridad entre sus miembros, reforzando los lazos de la familia que, en demasiadas ocasiones, se han visto maltrechos tras el procedimiento judicial».
Por ello, ha asegurado que el «mensaje debe ser el del entendimiento de los progenitores», aunque sea inevitables que haya casos en los sea necesaria la protección a través de los juzgados.
Ha afirmado que se debe valorar qué padre tiene una «menor situación de riesgo y propagación del COVID19», y una vez hecho esto, agrupar el tiempo de permanencia con los hijos, tiempo que el progenitor que no se quede con el niño pueda recuperar «en un futuro».
Por ello, ha hecho una llamada a la «máxima responsabilidad de los abogados» para facilitar entendimientos que permitan evitar la judicialización de estos casos.